martes, 14 de septiembre de 2010

EN EL PETRONIO TODOS SOMOS PACIFICO

 El Petronio: Recuerdo de nuestras raíces negras

Violines, marimbas, cununos, han llenado de magia la noche caleña
durante el Festival Petronio Álvarez. Sonidos que han viajado en el
tiempo para cantar las historias y costumbres de un pueblo que nació
signado por la alegría. Una raza de piel negra que lleva el ritmo en
los genes, los mismos que han realizado un largo viaje en la sangre y
en el tiempo para poner en los cuerpos de este grupo de seres humanos
la cadencia que hasta hoy es exclusiva de esa raza esculpida como en
carbón hecho piel.


El Petronio es más que música. Es la provocación que nos lanzan los
sonidos para que escuchemos las melodías ancestrales que hemos
olvidado por creernos diferentes. Es el tam tam al que nuestro corazón
hace coro en cada melodía que viene de los manglares, de la selva, de
los ríos, para recordarnos nuestros orígenes negros que a veces nos
empeñamos en negar.

El Petronio es más que música y hoy, en este Festival número XIV ya
estamos reconociendo cada vez más los sonidos que las músicas modernas
habían apagado en nuestro interior. Pero la persistencia anual del
Festival nos ha reconciliado con nuestro pasado y es por eso que la
Plaza de Toros Cañaveralejo ya está quedando pequeña para la cita
anual que nos convoca cada año alrededor de la música que cada vez
hacemos más nuestra porque sentimos que “todos somos pacífico”.

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